Desde el surgimiento del sistema económico capitalista en el siglo XIX, hemos tenido la oportunidad de conocer y entender conceptos como el monopolio, la globalización y la libre competencia, a fin de saber enfrentar las dinámicas de la economía actual, tan compleja como extensa.

La libre competencia es un tema que involucra a todos los sectores en diferentes escalas, desde el comercio inmediato, hasta los importantes corporativos trasnacionales, que tienen como principal objetivo el dominio del mercado. En este sentido, podemos explicar que el concepto de monopolio no se reduce únicamente a las grandes empresas, por el contrario, podemos observarlo en el día a día.

De acuerdo al texto titulado El discreto encanto del monopolio, escrito por Torrico T. Sassha, explica que cuando hablamos de monopolio en un concepto amplio, “se trata de una agente o ente económico, que puede ser desde un trabajador, un grupo de personas o una unidad de producción o servicio, hasta una gran empresa que tiene las condiciones para ofrecer un servicio o producto y obtener una ganancia extraordinaria por su carácter exclusivo y excluyente” .

Se mantiene un juego constante entre la oferta y la demanda, donde unas cuantas empresas se adueñan de otras “débiles”, lo cual les hace ganar terreno, a tal grado que llegan a expandirse en todo el mundo fuera de su producto o servicio inicial, creando incluso una red de empresas con distintos giros que enriquecen a una marca de origen, de la cual se desprenden algunas más.

Es por ello, que hoy se puede observar como una empresa puede ofrecer múltiples servicios, abarcando nuevos mercados, posicionándose como líder en su rubro y otros sectores, incluso adquiriendo presencia en otros nichos. Por estas razones, las empresas prefieren fusionarse a un monopolio; para reducir costos, mejorar su oferta de valor y crear productos innovadores.

En México, para que las prácticas monopólicas no sean tan marcadas, ciertas empresas que dominan un sector completamente, rentan a otras su infraestructura bajo ciertas condiciones y lineamientos, no obstante, sus competidores generan nuevos paquetes de productos o servicios, con la intención de lograr presencia en el mercado, atendiendo las necesidades de un consumidor más informado, y así poder tener una ventaja competitiva.

Por tal razón, las empresas buscan estrategias únicas y con mayor impacto, como es el uso del big data, lo cual les permite obtener mejor información sobre los aspectos culturales, sociales e individuales del consumidor que marcan su tendencia y preferencias ante tal o cual cosa, de esa manera pueden desarrollar su producto o servicio en base a lo que no ofrezca el monopolio y desarrollar un nicho de mercado.

Si bien, actualmente existen algunas restricciones legales respecto a los monopolios, el Estado es el único que cuenta con el privilegio de poder crearlos, no obstante tiene el compromiso de hacer respetar los derechos de propiedad, del consumidor y al mismo tiempo, garantizar la libertad empresarial.